domingo, 20 de septiembre de 2009

Cuando el mercurio se separa...

Yo siempre me había considerado una niña alegre y no me gustaba sentirme débil ante nadie. Pero todo mi mundo cayó de pronto en una era de destrucción de la que no sabía salir. Poco a poco, me fui convirtiendo, igual que esos chicos a los que llaman emos, en una niña encerrada en sí misma. Mi cara ya no irradiaba esa alegría que tanto me caracterizaba, ahora era fría como una larga tarde de invierno. No sabía como era posible, que existiera tanta maldad en el mundo, no entendía como alguien que ponía tanta pasión en hacer las cosas era capaz de hacer algo tan despreciable. Fue como si de repente yo fuera una simple ciudadana de a pie, y un político corrupto hubiera decidido que me tocaba ser extorsionada.

Y ahora, sentada en mi diván con la vieja pluma de mi padre y mi cuaderno de lamentos en la mano, planeo la forma de saciar mi sed de venganza. Sí, se que eso no me devolverá a mi madre, que nunca volveré a escuchar sus historias de media noche, que nunca me volverá a aconsejar sobre esa clase de hombre que no me conviene y que jamás volverá a acariciarme con aquella ternura con la que solía hacerlo cuando me dormía acostada encima de ella mientras juntas veíamos la televisión. Sí, lo se, pero no puedo esperar a que el dolor de mi corazón simplemente desaparezca, porque nunca lo hará y por más absurdo que considere el hecho de la venganza, aquel momento en que mi madre me escondió en el armario, intentando que aquel… diré “hombre”, aunque no sea esa la palabra que se me viene a la cabeza cuando vuelvo a pensar en el que decía amar a mi madre, no consiguiera encontrarme, y aquella imagen tras una pequeña rendija de la puerta del armario, donde mi madre forcejeaba con el agresor y, finalmente, el sonido de aquel disparo que aún retumba en mis oídos cada vez que lo recuerdo mientras el cuerpo sin vida de mi madre cae lentamente al suelo, cambió por completo mi concepción de lo absurdo. De hecho, creo que a partir de aquel momento, cambió por completo para mí mi concepción del mundo, de las personas y, por supuesto, de la vida.

4 comentarios:

  1. se me hace dificil no leerlo dos veces de arriba a abajo.
    La primera vez los vapores de mercurio te dejan bastante tocado mermando toda capacidad de reaccion, que al leerlo como 7 veces ams todavia no he recuperado. Un beso gatita

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  2. las mejores historias salen de donde menos te lo esperas...

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  3. Es curioso que digas eso precisamente en esta entrada... Esto en principio era un trabajo de filosofía donde el profesor nos daba unas palabras y nosotros teníamos que hacer un texto incluyéndolas las mías eran:Alegría, débil, destrucción, emo, invierno, maldad, pasión, política, sed y ternura, y acabé haciendo esto...

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