domingo, 20 de septiembre de 2009

Bajo la lluvia...

El día empieza a tornarse gris. Sabes que lloverá, es evidente, pero deseas quedarte donde estas, porque sabes que irte en ese momento supone dejar atrás un momento inolvidable con gente inolvidable. El único problema que acarrea la lluvia es el después de que esta te empape. Pero en el momento en que tienes que echar a correr para buscar refugio, el después es lo último que te preocupa. Caminando a paso ligero bajo un mar de sensaciones con la ropa empapada y el frío empezando a calarte los huesos, buscas la forma de que aquel oscuro día se convierta en una agradable velada. Empiezo a cantar. Cantar alegrar cualquier momento, por amargo que parezca. “I was singing in the rain.”

Siempre había querido hacerlo. Cantar bajo la lluvia. Estás exhausto, empapado, helado y algo confuso. Nunca lo he entendido, pero los días de lluvia siempre me confunden. Hacen que en mi interior florezcan sentimientos contradictorios y que me plantee cosas que hasta entonces no me había planteado. A pesar de todo, te sientes feliz. El por qué es algo difícil de explicar, ya digo que es confuso. Es una sensación extraña. Sientes que a pesar del frío y el cansancio es un día perfecto. Una experiencia única…

1 comentario:

  1. Nunca llueve a gusto de todos... pero los que nos gusta la lluvia, la disfrutaremos siempre... curiosa felina que le gusta el agua... siempre curiosa para todo...

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