Se levanta temprano y sin hacer ruido sale de la habitación. Se pone el bañador y se dirige a la piscina comunitaria, que a esas horas de la mañana sigue vacía y tranquila. La mujer mayor del 2º es la única que ya anda atareada a esas horas, limpiando a fondo muebles ya limpios. La obsesión de esa mujer por la limpieza cada día va a más y Claudia no lo entiende. Le encanta nadar a esas horas, el agua está fresca, la comunidad en silencio y la luna desapareciendo. Es el mejor momento del día para hacerse unos largos. Siente el agua recorrer su cuerpo acariciando sus sentidos y haciéndola sentir ligera cual mariposa en una tarde de primavera. Cansada, después de un buen rato de largos de todos los estilos, crol, mariposa, espalda... sale de la piscina y se envuelve en la toalla. Respira y se da cuenta de que no hay nada de pesado en aquel aire, es un aire puro y con un olor a salitre que le encanta. De repente, alguien la engancha por detrás y la rodea con sus fuertes y elegantes brazos. Se da la vuelta para ver quien se esconde tras aquel agradable olor a Axe e... irremediablemente, despierta.
¿Por qué siempre despertamos cuando pretendemos conocer la identidad del fornido hombre que nos estrecha entre sus brazos?
Siempre será mejor que lo completes tú estando consciente con un fornido real que no permitir a tus sueños jugarte las malas pasadas de mostrarte cosas que no verás nunca...
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